olas de un cerro de cartón...

Hay un cuerpo fantasma en las olas de un cerro de cartón, no mires tus palabras debajo de la escamas de un corazón nauseabundo, muérdete la entrañas que la extrañeza solo está en un paisaje repleto de girasoles dubitativos, el que no sabe inventa tus colores, el que no ve imagina tus olores, y el que muere ha de tener mucha suerte.

lleva mi corazón...

Como un mago sin trucos, un artilugio de las pisadas chuecas de un acorde mal estipulado, no veo las silabas cerca del tendedero, la omnipresencia es solo un reiterado organillo de un ave que vuela cerca de las alas de un corazón falso, y de un amor ficticio, todos me parecen fugases, y demasiado aprisa me come la manzana del jeton que no ríe, solo a dos pasos del reflejo, el salpullido engulle la molla de un pez fucsia y todos los hijos de puta bailan en la pérgola, con el olor a gladiolo en las rodillas. Rema en el solsticio de una parca obligada entre ballenas y 250 pesos, déjame cayendo, no soy perspicaz ni mucho menos recatado, no aprendo, me como el calmante de una lluvia en la lata del velador, más veces que un sueño, un oasis de condiciones superfluas, no volverá a leer, no volverá a creer. Si el personaje de los labios que lleva mi corazón, dice Jesucristo existe, el amor me brota como un perdigón en el pecho de un desalmado.

una palabra sobre la lluvia...

Un sueño del viento soy, una palabra sobre la lluvia, un agitado desperdicio material, un individuo desmaterializado por la sublevación de las masas. Debajo de la calle se esconde el catre de mi tío, es un pensamiento desalmado, es la historia de aquellos que quieren sexo a cambio de un poco de sabanas limpias, no es posible cumplir la palabra si lo que se dice es demasiado susurrado, no olvidemos que el sigilo es un liberal concepto de un análisis proteico de los movimientos sociales; el que muere de hambre es un hombre, el que concibe es un eslabón perdido, el que ama un amo del pasado. Deja que te alimente el ocio que las pasiones del día, se irán quemando como dos huevos a la copa de un semi-circulo de tiza en la frente de un facho bien sobrio.

nadie tiene media suerte...

Un cuerpo, un pedazo de jirafa salitrera, un esperpento lento y suave como el roció chapucero de la costa alborotada por la vertiente negra, un niño come musgo de tu mano y otro salta por debajo de la puerta chueca del manicomio, como te odio suelta, como te miento, puerta desnuda de un verano frio. Una noche de sexo doloroso un movimiento seco en las plantas del pasillo de una vecina de mi madre, olvídate del caballero ese, solo trae problemas si recicla la mandarina, nadie tiene media suerte, todos media cama, un aposento de un sueño calvo, de un piso suculento, olvídate del caballero ese, solo trae una marquesina en una locomotora ebria, tonta de tanto pensar, no es fatal si es abominable todo, es cierto y siempre imperfecto, solo deja que te lleve el deseo y sabrás que es vivir sin contemplarse por completo.

la canción seria un pésimo final...

Es tarde para acceder a otros lugares de tus pantalones, es muy tarde como para equivocarse y no sentir tu perdón, es demasiado pronto para tocarse, se es demasiado pobre de alma como para no tener una, imaginario y elocuente. Parafilia viene a mi como de ti se alejan de cerca las medusas del campo germinado en jazmines putrefactos, putrefacto es el acto de sonreír, cerca de los calabozos del pincel sadista, una mujer descalibra su despampanante culiar, y te muerde las vocales del odioso sentimiento, que huele a obsesión mi querido diente, huele a pico machacao, a pene herido, y a sombra de volantín cortao. Es culpable el mundo por las atenuantes en las que nos envuelve, es culpable el mundo por la creación de los clips, es culpable el mundo por oírte solo cuando duermes, es culpable el mundo de entregarte todo en una fracción de segundo, pero aun así terminar bien la canción seria un pésimo final

solo el boleto que cambio de mano...

Hoy envuelvo en viento la calida sombra de los desposeídos, y el amaranto de una formidable pendiente circular que será el hoy de un mañana sin vida, el paraíso invita a cambiar de pantalones siempre que, el martirio no sea un pensamiento en vano, todo lo opuesto a lo contrario un remordimiento astral, desde el otro lado de la cerca de jabón, terrones de azúcar galvanizados por el desprecio de los mutilados por la creación, ríen de tanta lluvia en las orejas de flamencos equitadores y monjes rastrillo de polea. Las deidades del circo rayan las preguntas y tallan tu nombre en los pezones de un mandril, para oxidarte en el viaje, para que ni siquiera recuerdes la hora de partida, solo el boleto que cambio de mano.

De tin marin de do pin gue...

Mastique un perverso lugar de tus ojos, las horas caen, el día vuelca la noche, van marchando complicados, aturdidos, el odio les saltaba de las manos, oxidado el cielo, peñascos caían de tu pelo, ondulada la palmera del cuarto en aquel monumento que ni idea por que esta ahí, una niña te pide fuego, se te enciende el corazón, pero te quedas tranquilo mientras una bomba te roza el cuello, el viento grita “hijo de puta” el aire baila en una peña turquesa, y por un instante matar es la respuesta, pero la gente en este lado del planeta cree que se hace algo, al otro lado del planeta todos mueren para que las cosas ocurran. De tin marin de do pin gue.

la mentira más grande del corazón...

¿Por que hacer un paso agradable esta vida?, ¿para que luchar por el mañana si el hoy es tan efímero como el ayer?, si los días me abandonan, si el amor se me escapa, Si todo lo que soñé es eso; un sueño, si todo es irreal, ¿si todo es una ilusión para que luchar por el mañana?. El amor es la mentira más grande del corazón.

Como una cintura de cascabel...

Cuando veo la palabra desde un parido placer, me escucho lento como aquellas vez, miserable como ayer, implacable, arrebatado y voraz como una cintura de cascabel, odiosa es la franja de la espera, más no me abstengo a morder tus mariposas, que recuerdo que vuelan, como un torniquete facial, de antropología ancestral, que dice; la cosas llegan a su debido tiempo, las promesas con uno mismo se cumplen, ¿y los besos? los besos siempre están.

C H I y toa esa wea...

Siempre intentamos salvar lo muerto, como si vivir dos veces fuese menos doloroso,
Los gusanos de la población callampa, son más vistosos que las teclas en una sombra de ojo, son más viciosos que una holografía de una mujer desnuda, de una mujer vestida,
En fin siempre es bueno comenzar por algún lado, aunque sea por las uñas, tanto es el odio que le tengo a la desidia, que cada vez que me intento masturbar vienen a mis ojos, ¿cuantos momentos recuerdas, que recuerdas?, ¿cuantos momentos crees recordar?, la desidia correr por mi cuenta, eyacule sin pensar, tu me vuelves loco y todos necesitan ocupar su tiempo para matarlo, matar al presidente y a su gabinete lleno de vaginas azules, rojas y otros miembros de estado, que solo chupan la sangre de una toallita larga, angosta y poco higiénica, un beso de un payaso que llena de escaras la manzana de este predicador, tiene estupro mi mensaje poco fidedigno, pero aun así soy digno de morir y eso me mantiene en la media de toda la humanidad. C H I y toa esa wea.

Puto, falso y maricon...

Caen las murallas cerca del mar,
los héroes ahora trafican marihuana,
Y el misticismo es solo una farsa del iracundo cambio social
abrir y cerrar las hojas del panteón universitario
para corroborar el pasado de unos pingüinos que ahora se creen emperadores,
perfecto final para una seguidilla de desmayos populares.
cerca del pavimento la gravilla es fértil para los hijos del lucro,
lejos del amor, lo que mancilla a mis nietos es un olfato agudo para el dolor,
adicto al verde, me leo las cartas y me olvido de la suerte,
de plantar un futuro con las entrañas me lo tomo, con vino y enserio, pero
si juego y pierdo con el miedo tapando el sol, me entrego por completo
pero siempre, siempre por encima de su dinero puto, falso y maricon.

Somos dos supongo que más...

Las miradas no se cortan lo que vuela son las mentiras, correo inmediato de un capataz homosexual, raudo un Paco pagano, a la hora de orar por la putrefacción eterna, atrapado entre las horas, cráneos vuelca entre cenizas y un patio que del cielo pende, de cabeza con las nubes, miro la cúpula amarilla de tu abadía, y sigo escapando del placer culpable que es morir un incontable número de veces, me dejaron en la lacra de un chiste muy malo, me olvidaron así como a ti, somos dos supongo que más, los arrecifes no pasean cerca del sol, es solo una playa desierta sin talismán ni orificios por donder mirar al viejo refrán ciego y sin voz , lejos de la arena y ya lleno de recuerdos, no crecen verdes las sombrillas en la apoteósica mujer que me mintió y me dejo como a ti, somos dos supongo que más.

Una frase que creí conocer...

Si alguna vez me he enamorado, fue mi naturaleza la que amo, en algún indeterminado momento deje de vivir y concluí tanto que me perdí en el comienzo de una frase que creí conocer.

Prostituyendo tus calzones...

Sangran las costillas, vertedero de párrafos en tinta carbone, el corazón le estalla en la cima de una siesta dolorosa amarga, dejen que sonría, que llore y que cuente las nubes debajo del catre con sabor a té, un recreo sin campana y revuelo de mi sexo al aire tipo dos treinta de la madrugada, un bigote en la barba de un señor que no deja de pensar en esas cosas que se alejan, con el navío se las llevan, el lo dijo; sensato solo es el viaje si el marinero se convierte en capitán tanto dentro como fuera de la frontera del desierto, grandes y viejos moradores de los pasillos de una capilla belicosa, de una cuadrilla al desnudo, vendiendo la educación, privatizando los secretos y prostituyendo tus calzones, agita la mano maricon que si te veo te arranco los cocos, te lo digo con todo mi amor, debajito del corazón.

Volver con magia el camino al cielo...

Largos retazos de sol sobre el final, tamboril que comienza como una pequeña manilla en forma de canción, para arrancarte los dedos de un laúd de barro por que las notas no estaban en el papel, corrían por el pentagrama de aserrín, sumando vidas inconclusas hasta que amaneciste durmiendo como su sueño que en realidad nunca despertó, linda es la espesura de una mueca entre multitudes, lo que te mueve es el río de habichuelas, como un gigante en un cuento de ranas, por que las hadas descansan entre tanto polvo, para volver con magia el camino al cielo, en donde la desfachatez de tu cuerpo desnudo me seque el frío de estar pensando lejos pero lejos, de un beso tuyo ,de un beso mío.

Los pies no flotan cuando se viene a cantar....

me cuelgo de un racimo, me envuelvo en la puerta de un carnaval fantasma, vivo del sin sentido y me pierdo en los pañales de toda una historia, que no se escribe que se desdibuja, que se difumina como un acordeón, quien cual solitaria población descubrió que no existe cosa tal como el destino, aun así silbo de esquina a esquina, como un linyera lleno de escaras y amor, más que un terminal color, un sintonía lejos de cualquier onda radial, todo es casi mágico, es casi tan mágico todo, casi como, los dedos lejos de un papel celofán abaristico, perdido y entregado a ninguna gracia, solo un muerto, en la vida de muchos personajes que borran sus huellas, por que los pies, no flotan cuando se viene a cantar.

Sucia la vajilla...

Me gusta la noche, las botellas, la locura, pero esa de verdad, no la con risitas, la otra la sórdida y la macabra esa que te mantiene atento, contemplando una misma idea durante mucho tiempo, pero esa idea no te interesa para nada, un extraño intereses se despierta en tu vida y levanta una pesadilla que vino a dormir desde antes que tu nacieras, para comerte la conciencia y no dejarte caminar por sobre el agua, como una víbora salida de una manzana que roe un árbol sin raíces en el medio de la nada, debajo de todo y por encima de mi, en un espejismo ví la luz, que en el vidrio salía a correr sin oportunidades pero conocía el final, lo conocía, el conflicto del tercer acto es que no se conocía bien a el mismo, era un espejo sobre un vaso de arcilla, mezcalina fría y sucia la vajilla

Hay cosas tan bellas...

Hay cosas tan bellas, tan simples, me gustaría ser más simple, no soy tan fuerte como lo creí en algún instante, pero aun así voy a dar la pelea, ejercer mi derecho a ser feliz donde sea, ya no tengo miedo, demasiado tiempo tuve miedo y lo escondí con grandes palabras, grandes pensamientos o al menos eso creía, tengo 22 años conshesumadre, pero hoy dejo todo eso atrás, para por fin poder decir; no somos nada, pero eso no me molesta absolutamente nada.

La espalda con mierda...

Si te marco los pasos es para rozarte la espalda con mierda, con odio y con miedo, por que no soy un poeta, no soy un galán, soy solo el más grande hijo de puta al que puedas alguna vez, si es que te animas, a tocar, con lo que sea, de donde sea, hasta cuando se pueda, me violenta todo, el respirar de los que no conozco, el olor a pata de mis zapatillas cuando llueve, el no poder tirar más de lo que quisiera, que todo termine para bien o para mal, los finales abiertos me calientan, pero mas me calientan los tatuajes, y el pecho lo tengo cerrado como en el sueño que tuve anoche, donde gritaba por no poder hablar, ironía, pero me calientan los tatuajes, mira cuando te miro, que te tocaría sin pedir permiso, como saltando sobre agua, volteado desnudo sin pene ni frente para no sentir y no recordar por que todo a de pasar a segundo plano luego de tatuarme tus manos en mis genitales, si es que Dios es grande, me reí por eso, aun así y por sobre toda las cosas me calientan los tatuajes.

Las metáforas existen...

Se llena de cuerpos el andén, hay asientos vacíos, un hombre en la línea férrea y una mujer que habla con un tipo que no conozco, se suben los niños italianos con sus libros como si en ellos hubiese respuestas, paso a menudo por el mismo lugar, pero nunca es el mismo paisaje, si descubren que no te enamoraste de ese hombre, me descubrirás como tal, estoy sentado sobre mis pensamientos, metáfora que oí por ahí en algún lugar, debe ser por que ocurre a menudo, las metáforas existen, lo importante es no creer en ellas.

Fade out...

Solo en esta época nos amamos detrás de una pantalla.

Ni en fotos ni en sueños...

beso
suave
como
un serafín
que no conozco
por que nunca he visto uno
ni en fotos
ni en sueños
pero aun asi reconozco
que puede llegar a ser suave
suave
el viento
suave, esperar
suave, crecer
suave es el tiempo
suave es amar
aunque amar no sea suave
suave las nubes, como pancartas en días de cólera
suave, suave, suave como un querubín que nunca vi.

Nadie es culpable de sentir lo que siente...

Nadie es culpable de sentir lo que siente, me gustan las mujeres que saben amar, el sexo es mejor, un solsticio en su fémur prolonga la vida unos instantes más, me gustaría bailar todo los días, frente al espejo y olvidar el dolor en mi espalda mientras vuelo, también troto, pa´ despabilar el sonido del planeta que gira y da vueltas alrededor de ti. Paseando carroña de perros desde el otro lado de la vereda, afuera de un local de borrachos Express, me pregunto, te pregunto; ¿como coronar las respuestas con un fin o con un propósito si todo se ve tan vulgar? , ahora todo es más claro y todo es más oscuro cerca del corral de constelaciones ordinarias y alejadas del glamour del medio día, te veo también, te pregunto ¿que ves? y te digo después, que te veo tan bien, no me gusta mucho el sexo, más me gusta que me amen y amar culiando.

Shhhh...

Me debería quedar callado a veces.

Como si decir algo interesante importase...

No debemos olvidar las cosas que nos hacen sentir hombres, ni mucho menos dejar de enamorarnos de la vida, siempre podemos elegir, hoy bebo de los recuerdos lo bello que significa el pasar por tantos pensamientos, no nos dieron pecho al nacer, pero si el ocaso del falso porvenir, escandalosa es la mujer de los tatuajes violetas, colores de arándano y terremoto 4.40, desterrado del violento abedul de una riña sobre un fuego maratónico, nos destetaron al nacer, nos dejaron al pasar, y volvimos a creer, pasamos sin pensar, y miramos sin correr, para solo quedar un pequeño segundo después de un minuto, lejos de la hora del té, como si decir algo interesante importase.

Me estremecen el sexo...

Tan lejos estamos del talento, es una buena frase que nos puede ayudar a crear lazos virales, no olvido nada, no me gusta matar premeditadamente ni morir inescrupulosamente, tengo muchos amigos sin conocer, ellos no me conocen, una mujer si una mujer eso es todo, tan simple, profundo y bello a la vez, no intento remediar mis errores con amor, es tan solo que no me quedan sueños que contarte, ni playas que volver, la verdad, la verdad es que quiero reír como nunca antes con tus manos, quiero bailar como siempre y nunca con tus cejas, quiero mentir y que no me importe como hace un par de días, tus caderas tan diminutas como un hombre en una selva de estrellas, me estremecen el sexo, para mirarte de cabeza hasta los pies, y no dejar caer silaba alguna sobre el frasco que dejaste en mi plexo para no retirarlo jamás, por que las utopías son de mentirosos verdaderos.

mucho silencio...

Mi mujer me abandona yo abandono a mi mujer , si pudiera asesinarla para que nadie la tuviese lo haría, la distancia la excita, me calienta tenerla, me enfurece pensarle en algún piso que no roce mi alfombra, una pared fría de calor, una mujer me abandona , yo abandono a una mujer, no me interesa absolutamente nada que se prolongue en el tiempo, el tiempo no me prolonga en el, puesto que es falso como el crepúsculo en una tasa de un baño mal culpado, si pudiera subir sin fin caería de vuelta en tu mirada, en el fondo de tu sangre púrpura para que veas lo poco porosa que es la eternidad de los momentos que ocultan sus recuerdos, no me largo por que de un salto nunca me voy, me quedare por siempre, de alguna manera poco inteligible, poco vivaz y poco real, no será de nadie mi amor, por que desde que te tuve deje de creer en el, eres la ultima persona a la que he amado, te llevas mi amor y con el una parte de mi existencia que vale la pena, lo que la pena quiera que valga, aun así mi mujer me abandona , yo abandono a mi mujer. Veo mucho silencio.

Follada por la plaza...

Se mira cada catapulta entre cementerios recordados por los momentos olvidados, por ellos mismos, se verá sepultada por miles de cordones, por miles de otras corbatas pero entre las mismas risas tatuadas en el paisaje de una libélula que no baila porque no se sabe la canción, vuela por los astros de mis estrellas personales que estallan en miles de volcanes recordados por cientos de catequistas secos de amor, por que no comprendieron el evangelio de una simple banca en una pradera , follada por la plaza de juegos a medio caminar, camino de un cierto estornudo entre las partes desiguales de un cinturón marchito por los recuerdos crudos.

Hoy asume lo que venga.

La vida se me repite como dolor crónico, José sabia pero a mi nadie me dijo nada, no estoy donde todos están por que no quise ir, la vida se me repite el mundo esta loco, no lo alcanzo a ver, el amor se me difumina una mujer que no llego a ser mujer, jornet y sus textos malos, excepto por ese; tengo un pánico terrible a envejecer, lo dije ,da miedo decirlo, que extraño no debería ser así, antes no eran así las cosas, a en fin., gente sabia como los extraño, tengo que escuchar mas a la vida, ojala que la vida me escuche a mi.

H.

barata es la risa quiero comer música, poemas sin notas, palabras sin versos, prosa sin prosa, sentir que la luna es un sol sin ojos, y mi espalda se come las pastillas solo por que el profesor lo indica, todos bailan siempre, yo me quedo, si me quedo es porque; si la olla se lleva a todos quienes festejan, me duermo junto a la vida, como un mago de rayos estrellados por el paso putrefacto siempre de los deja vu, los deja vu me dan miedo.

Palabras detrás del sol...

se me pierden las palabras detrás del sol ,solo para comenzar; el precipicio es tan hondo como parpados de muchos colores, como se desmiembran las orejas de las manzanas en un ramo de oliva japonés, una muestra de afecto circunstancial que nada tiene que ver con las circunstancias, es lo lento de las estrellas a la hora que nos dicta el reloj la siesta de un puercoespín asesino, o tal vez mucha blasfemia para el redentor, no se, es que no pienso mucho cuando duermo todo lo contrario es cuando no, quisiera tener un girasol gigante y amedrentar a los socavones de los pinceles que acuchillan el firmamento, pero siempre se repite la tonada melancólica de un día lleno de frutos secos como un pergamino sin letras ni pavor, es la distancia que guardan los secretos, las miradas de los jueces muertos como el autor, no miro los cuadros que no se han pintado ni duermo tranquilo sin esperar nada a cambio, solo miro tu pollera y tus senos que son como dos pasteles de los novios mal circuncidados, piedad para los que se molestan con el viento, y perder la fe no es nada fácil para una vida sin fundamentos lineales, un mal desenlace, que me llena de amor.

Misericordia si de mi cara no saltan banderas...

Misericordia si de mi cara no saltan banderas de látex, un listado de burbujas salidas de otro panal, uno lleno de púas en las encías, un bípedo sin costura, un romero sin corazón, una presión en las venas, que coagula los pensamientos, el teatro no es terapia, soy una ineficaz parábola, una constante tormenta, un río imaginario, a dos cuadras de un vértice mal parido.

Si no lo sientes no lo mires...

Sigo esperando que el ir de espaldas me lleve lejos, la persistente molestia de la brea de mi corazón, como un cascabel navaja que corta el aire, con cristales pardos, en donde la tierra te come, pedimos y pedimos, como terapia esperando una sonrisa que no se vuelve, son los dientes que en los sueños se desprenden, la angustia de escribir sin recipientes mujer, si no lo sientes no lo mires, el silencio se tira al grito más alado que cae del vuelo más rapaz.

No pasa nada...

Más que amor, es un salto del aire el que respiro, un infarto en mis pulmones que piden limosna, una llamada me haría bien y cuando no conteste, habré dicho suficiente.

Un lugar que no se imagina...

Para volver de ningún lado se necesita; ir sin mover un pie.

Un cordón a campo traviesa...

Hermanos de la discordia, una salida sin línea sobre el lienzo, la corteza del pueblo descascarada por el sol marrón, un cordón a campo traviesa, salta un héroe del silencio en el acantilado de un mar puesto, cerca de un castrado corazón, a ver si corren las amapolas después de besar las plumas de la tiroides de un reptil, cuya jeta destaca por sobre el azul de una parra seca como el heno.

Preposiciones concebidas en la mente...

Hieres mi existencia desde un umbral mal cicatrizado, en donde las palabras son palabras y las mentiras canciones, los poetas mienten desde un paso hondo hasta el jardín de mis promesas, una montaña de estupro y caca silbante, concentrada por no escurrir mercurio desde el balde, dos preposiciones concebidas en la mente pero que no salen en el texto. Los escritos están llenos de terror.

La pirotecnia mental....

Ahí van los rostros adoloridos, una imagen que no para, un tren sin minutero, una horripilante creatividad, mujeres locas, la cera en tus manos tan temprano, como un témpano de cabeza, una prisa machacada, es el prisma sin valor, el vapor de vuelta, que seca las gargantas de la neblina negra, un rayado en las cavidades guardadas de la pirotecnia mental.

Un país muerto y angosto...

Si me llevas de la mano, recuerda mis pecados en tus oraciones, soy un padastro en la cúspide de la orina de un buey, ombligo del mundo, en una tómbola fatídica, las “personas” se me escapan, no comprenden su estructura molecular; odio + sangre = DaVinci, el mundo no se cambia el mundo te cambia, me subo al pernicioso huracán, de un país muerto y angosto, nos quieren muertos y un hombre trota por las nubes esperando cansarse para dormir, una historia que no termina, pero por hoy es el fin de mi historia.

Es un lapsus...

Es un lapsus trastocado, distorsionado, no sabes cuanto tiempo lleva ahí, débil de mente y espíritu, este tiempo es nuestro, hábil como el mismo, lleno de odio como yo, como el, como tu, vuelvo a creer en las palabras, yo las veo, yo les creo, no abandonen el puerto, Valparaíso es mi ratonera, madre de tanto sucio poeta, ser y otros innombrables. Suelo irme lejos, pero siempre vuelvo para tratar de no perder la fe.

Una ironía que no se cura...

No conozco fechas ni horarios, no creo en el amor, es tan solo un pandero lleno de sentido, pero no, es tan solo una mentira del tiempo, soy un esclavo haga lo que haga, la revolución esta en mi, yo soy la revolución. Con tinta avanzando, que nada es todo lo probable, soy imposible, somos seres enfermos, pero ya estamos aquí y para algún lado tenemos que ir, yo voy donde siempre, una ironía que no se cura.

Shakespeare y la puta que te parió...

Desde un nido de cansancio vuelvo sin saber que decir abolido por la tinta blanca y por que los latidos son o muy rápidos o muy fuertes, jamás fui poeta ni pretendo tener titulo de nada toda competencia me parece saliva de perro una precipitada perdida de todo lo que soy, hacia el rápido y limpio extravió de mis ojos, ahora me molesta dejar para luego los sueños ¿los sueños? una vez comprendí que los sueños, sueños son, y estamos hechos de la misma sustancia, Shakespeare y la puta que te parió.

La esencia de los hijos que se fueron...

Un gorro de lana me miro, pancartas azules estudian lo gracioso de tus ojos, o esperan que se olviden del sarro en las cuerdas del alcohol, no es una ciencia que mi corazón controle, es mas, me importa tan poco la esencia de los hijos que se fueron que yo creo que la ansiedad no vale la pena, las lagrimas, ni sus noches, es solo el tópico de una bandera escuálida que nació para ser artista,o al menos eso cree.

El cuerpo mas marginal y el mas sonriente.

Gigante es el abismo que circunda la desgastada pose inmaterial, de un estero en llamas. La espuma en las rejas del amor mal cuidado, solo sirve para aquel que quiere morir de blanco en la Avenida Brasil sin ningún sentido, el punto es que no importa, el aire como un murmullo se cuela por la calle llena de miedo, ego y una plaga insaciable llamada hombre, bajo la mesa, el contrabajo come senos, lleno de rulos y saliva mascada para beber en la micro adecuada, el cuerpo mas marginal y el mas sonriente.

Ríete cochetumare...

Ríete cochetumare, la asoleada calle esta plagada de microbios franceses, que no entienden que la revolución es poco inteligente, primitiva y poco audaz, una evolución en nuestro protestar hará comprender lo tuyo como un bien común, sacia la libertad de quienes no la olvidan, el equilibrio es una fortuna en un mar sin tesoros, en donde dos olas se encuentran en oposición, la armonía de las partes, por esto y más, ríete conchetumare.

Una serpiente de cabeza...

Una serpiente de cabeza deambula por el arco y por tu iris, quiere visitar los bigotes del lunar de un franciscano, una vocal naufraga en una isla sin mar, solo olas de barro se comen los botes, siguiendo la música que retumba estrepitosamente, desde el fondo del escenario, una pareja de zoofilicos encuentran huesos recién roídos por un bolero que quiso ser tango, la guerra sin aromas ni veneno, la guerra a la banalidad y al pasado que nos conduce vestidos de palo listos y dispuestos para no hacer nada al respecto.

Un gigante y atormentado...

Un gigante y atormentado unicornio despedazado por el temporal de ballestas flojas. Agudos, puntiagudos caminos en busca de esos ojos perdidos, pues lo que te preocupa es que deje de llorar, por otro lado pero en el mismo lugar las mujeres pegadas a los murales dibujan una muerte profunda, directa al vacío, condenado al infinito hasta el fin de los tiempos, ¿Cómo hacer venir la tensión? Si todo los días son distintos, así como distinto es el dolor cada día, ya no dejo de pensar en lo que me espera, eso que ni en sueños me abandona, me busqué, me encontré, no me gustó.

Las impunes arañas del purgatorio...

Un hospital de palos, lleno de hocicos de maniquí, fatigando a las impunes arañas del purgatorio, largos y pálidos suspiros de piernas que no terminan en tu pelo azul, ¿hasta cuando las orugas del riel en tus dientes postizos, azafrán hueco, giran alrededor del infatigable dolor llamado cintura?. El parqueo de cuerpos en ascuas no deja llevar palafitos a la fiesta de los ánimos languetiados por el pasto negro, es una ola de mentiras sin proporcionar la velocidad adecuada.

Vestidos hasta las orejas...

Más tarde esa noche, auspiciado por la neblina, conteste el viejo xilófono de tu armario, vi a los peces mendigar notas agrias, lejos del femenino estado, que dictan los celos. Como un consejo caído, un equino zapador se mimetiza entre dígitos femorales y la secreción de una posada encontrada por el rubro de la nada.

Quienes de loza, anfibios de rojo pelaje, vestidos hasta las orejas van , ven al camión suspendido en el colchón que no alcanza a volar.

Mariscal ojeroso...

Una mujer que ríe por mis rodillas, una calva sorpresa que amontona guiñapos en un kiosco fantasma, en otro, un par de semillas volcánicas y los perros con caña, trotan por dentro del mariscal ojeroso y poco bañado por tentáculos sordos, que a su vez, hacen de cinta vegetariana para el puerto adhesivo, que sin talento tal cual toalla estelar, trafica trafico, en una humilde ala de un payaso peregrino que vela al arcoiris que mustio su color.

Mírame mamá soy un ser humano y moriré sin poder hacer nada al respecto...

Hay veces en las que corro para escapar de mis penurias, el silencio aunque pocos lo crean, no es apacible, no es nada comparado con el abandonar este sueño para siempre, olvidar todo, las alegrías, las penas, el dolor, el amor, olvidarlos, olvidarme, que me olviden, ya no pasa nadie por acá hace años que no se siente un alma sobre este cuerpo, desperté un día y me condene a ver agua turbia por mis ojos para siempre, a escuchar canciones sin sentido ritmo ni armonía, solo escucho la brisa que ni siquiera es fuego para poder ayudarme a vislumbrar mi sombra en la oscuridad ¡¡¡es que no se ve nada!!!, no soy yo, tu no eres tú, por que si algo soy eso seria ser letrado, pero de lo inverosímil tal cual lo es cualquier relato que rija sus leyes en la realidad, que caigan del cielo las respuestas, o desde esa ventana que solo yo veo, alguien se acerca cargando mentiras, mírame mamá soy un ser humano y moriré sin poder hacer nada al respecto, soy libre en mi dolor , libre mamá mírame, ¿en donde están los sueños y los juegos que me prometiste? Por que toda estas caras se borraran de mi memoria para dejarme como mierda en la mierda, todo perdido, ¡¡tú!! ¡¡Eres el culpable!! ¡¡Tú!! Que vives y reinas, ¡tuyo es el poder y la gloría! ¡¡Por los siglos de los siglos!! ¿Acaso no sabes lo que es despertar un día? ese preciso día en que tu cuerpo y tu mente comprende , asimila que la inmortalidad no es una posibilidad, que todo es falso que todo es relativo, improbable, absurdo, irreal, a quien le hago llegar mi molestia a los burgueses de un teatro lleno de risa, a un señor que al igual que yo, se lo llevara el viento, viento que con el tiempo puede ser mucho mas frío que el de hoy. Aun así la magia de las palabras crece y perdura y pese a todos los tormentos, las cosas buenas que puedan suceder, inmortal es el que no se duerme en el sueño, es el que vuela sin poder volar.

Desde la montaña al infinito...

Son las líneas de tus manos que me abrazan sobre las pulgadas de los cerros, una bocanada de estrellas, entre el púlpito de una ciudad que ya vimos y hacia otra que no vamos, por que no fuimos de ella, luego la perdimos en la siguiente parada desollada por trenes secos moradores y grillos rendidos por la distancia, una casa evaporada nos libra de tanta letanía industrial y de gente que solo sabe amar lo que no ve, con el brillo del sauce sigo por el riachuelo hasta tu zaguán perpetuo cerca del lazo que traza la luna en tu oído encañonado al espacio que desemboca en mi hálito brahmánico intocable por las castas de otros colores y otras distorsiones, es decir que por la noche cuando amanece en la misma noche, te llevo al punto en donde brotan palabras del granito, para caer desde la montaña al infinito.

Ventanal de una casa almidonada...

Me molesta tanto haber perdido el brillo de los pisos del valle, hallé mucha gente rodeando el nido, sin ojos, cuello, sin destino,¿Cómo es que este delirio no me deja?
Hace años que caí en esa bandeja, suelen desaparecer aunque los nombre y si no estuviera por ahí así, lo digo sin reproches, ni caprichos, la vida y su puto acertijo es tan puramente descifrable, como los postes en islas de arena cortada y sombras de ventanal en una casa almidonada.

¿y si el cielo fuera menos?...

Sobre un papel imaginario tantas palabras que no existen, tantos recuerdos que se visten de miradas que van hacia miles de momentos que no quisiste, que no viviste, ¿Cómo decirte lo que perdiste? Zapatos dorados de alpiste, ¿es que acaso creíste? Siéntate y mira como fuiste, después de pensar y pensar, después de soñar y soñar, te tocan las trenzas, te muerden la nuca, a latigazos el verso desde la cañería al portón, olvidemos por un segundo el momento que te engatusa, te grita y te usa, se te pega y abusa de lo que habla con el suelo, ¿y si el cielo fuera menos?

Como un suertudo caimán albañil...

La ventisca abrazo tus pasos tranquilos, esa mujer que pasó, se llevo a tus hijos y no te vendió las canciones que tanto lloraste, ese gigante que sale desde el terciopelo quemado, ahí en aquel pasamano sombrío, ahí no se quedara. No quiero nada, por que nada perdido esta. Labrar el podio sobre ese roble tan sensual, que se come el tragaluz, solo deja un pequeño espasmo en la eternidad, como un suertudo caimán albañil, que maneja todo los surcos y deguella a todas las nubes.

Dos escorpiones fornicaron la basura

En la batalla del eclipse de las dunas, dos escorpiones fornicaron la basura, como un niño evangélico, autócrata, déspota y feliz. Hace años atrás, atrás de los años no comprendía que era mirar por dentro de lo imperecedero, pero ayer más hoy que tú, cerca de la costa con dislexia, vuelvo a soltar en lo oculto, la tranquilidad de menearme en mi ciudad y que con los años cuando estos, sean los de atrás, espero vivir sin pensar en nada más.

Calcinado en un bello día...

Calcinado en un bello día, la opera recita una oda sobre la fe obtusa de parapentes alados, poblando aquella plaza, alucinado con cortinas de baño y escaparates suicidas, mi cara es un tajo abierto desmenuzada por el sueño exteriofobico, vaginas de carroña y ungüento germinal, así como muerto terminal, solo queda esperar.

En un zaguán volador...

Misticismo animal, que fragua en un zaguán volador, repartiendo luces y flores incandescentes. Sin sol canturreamos amores hipotéticos, al lúgubre digito del puente, sobre un casino postrado de sed, entre pasarelas y miradas de reproche, ¿Qué se esconde? Si no se detiene a pulsar lo que escucha, ¿a que sabe? a vivir a dos centímetros lejos del centro de ti mismo, lo importante es olvidarlo todo y si nos tapan las manos, ¿Cómo dejarte perdida por ahí delante?

Pensamientos negros como alacranes calcinados...

Paran, todos paran, en mi color favorito, ese que se posa en la corriente y marea al que no entiende, sin percibirlo se mueven a lo lejos, ¿me sonríen? no lo creo, pero aun así planeo por el living de mi mente, que cojea de izquierda a derecha, pero lo entiendo, vuelan los pensamientos negros como alacranes calcinados, suelo mirar al fondo como un caracol que pobla los confines de ruedas chi-chirriantes, auspiciadas por el olvido. Lo que no recuerdo y lo que no quiero, viene hacia ti como una diminuta sustancia sin aroma, ni fragancia. La línea verde al final del día te robara una sonrisa, y la verdad como siempre te liberara.

Viaje desnudo...

Hace algún tiempo viajé, pero viajé desnudo, sin creer, volver, ni seguir, era él alejándose de mi, mi propia secuela de olas parasítales, trayendo ventiladores y enfermedades hormonales, por la costa las traía. Medio ojo abierto, el otro medio pa` dentro, no se ve ni la mitad del cerro, de vuelta al centro, hacia donde años atrás no era poco, palabras invertidas con el tempo y versos nublados como el día, quizás no el de hoy, pero me gusta pensar, sentir, desear que; inmortalidad, es solo creer y hay que buscarla dice él también.