jueves, 24 de marzo de 2011

Las impunes arañas del purgatorio...

Un hospital de palos, lleno de hocicos de maniquí, fatigando a las impunes arañas del purgatorio, largos y pálidos suspiros de piernas que no terminan en tu pelo azul, ¿hasta cuando las orugas del riel en tus dientes postizos, azafrán hueco, giran alrededor del infatigable dolor llamado cintura?. El parqueo de cuerpos en ascuas no deja llevar palafitos a la fiesta de los ánimos languetiados por el pasto negro, es una ola de mentiras sin proporcionar la velocidad adecuada.

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