Misericordia si de mi cara no saltan banderas...

Misericordia si de mi cara no saltan banderas de látex, un listado de burbujas salidas de otro panal, uno lleno de púas en las encías, un bípedo sin costura, un romero sin corazón, una presión en las venas, que coagula los pensamientos, el teatro no es terapia, soy una ineficaz parábola, una constante tormenta, un río imaginario, a dos cuadras de un vértice mal parido.

Si no lo sientes no lo mires...

Sigo esperando que el ir de espaldas me lleve lejos, la persistente molestia de la brea de mi corazón, como un cascabel navaja que corta el aire, con cristales pardos, en donde la tierra te come, pedimos y pedimos, como terapia esperando una sonrisa que no se vuelve, son los dientes que en los sueños se desprenden, la angustia de escribir sin recipientes mujer, si no lo sientes no lo mires, el silencio se tira al grito más alado que cae del vuelo más rapaz.

No pasa nada...

Más que amor, es un salto del aire el que respiro, un infarto en mis pulmones que piden limosna, una llamada me haría bien y cuando no conteste, habré dicho suficiente.

Un lugar que no se imagina...

Para volver de ningún lado se necesita; ir sin mover un pie.

Un cordón a campo traviesa...

Hermanos de la discordia, una salida sin línea sobre el lienzo, la corteza del pueblo descascarada por el sol marrón, un cordón a campo traviesa, salta un héroe del silencio en el acantilado de un mar puesto, cerca de un castrado corazón, a ver si corren las amapolas después de besar las plumas de la tiroides de un reptil, cuya jeta destaca por sobre el azul de una parra seca como el heno.

Preposiciones concebidas en la mente...

Hieres mi existencia desde un umbral mal cicatrizado, en donde las palabras son palabras y las mentiras canciones, los poetas mienten desde un paso hondo hasta el jardín de mis promesas, una montaña de estupro y caca silbante, concentrada por no escurrir mercurio desde el balde, dos preposiciones concebidas en la mente pero que no salen en el texto. Los escritos están llenos de terror.

La pirotecnia mental....

Ahí van los rostros adoloridos, una imagen que no para, un tren sin minutero, una horripilante creatividad, mujeres locas, la cera en tus manos tan temprano, como un témpano de cabeza, una prisa machacada, es el prisma sin valor, el vapor de vuelta, que seca las gargantas de la neblina negra, un rayado en las cavidades guardadas de la pirotecnia mental.

Un país muerto y angosto...

Si me llevas de la mano, recuerda mis pecados en tus oraciones, soy un padastro en la cúspide de la orina de un buey, ombligo del mundo, en una tómbola fatídica, las “personas” se me escapan, no comprenden su estructura molecular; odio + sangre = DaVinci, el mundo no se cambia el mundo te cambia, me subo al pernicioso huracán, de un país muerto y angosto, nos quieren muertos y un hombre trota por las nubes esperando cansarse para dormir, una historia que no termina, pero por hoy es el fin de mi historia.

Es un lapsus...

Es un lapsus trastocado, distorsionado, no sabes cuanto tiempo lleva ahí, débil de mente y espíritu, este tiempo es nuestro, hábil como el mismo, lleno de odio como yo, como el, como tu, vuelvo a creer en las palabras, yo las veo, yo les creo, no abandonen el puerto, Valparaíso es mi ratonera, madre de tanto sucio poeta, ser y otros innombrables. Suelo irme lejos, pero siempre vuelvo para tratar de no perder la fe.

Una ironía que no se cura...

No conozco fechas ni horarios, no creo en el amor, es tan solo un pandero lleno de sentido, pero no, es tan solo una mentira del tiempo, soy un esclavo haga lo que haga, la revolución esta en mi, yo soy la revolución. Con tinta avanzando, que nada es todo lo probable, soy imposible, somos seres enfermos, pero ya estamos aquí y para algún lado tenemos que ir, yo voy donde siempre, una ironía que no se cura.

Shakespeare y la puta que te parió...

Desde un nido de cansancio vuelvo sin saber que decir abolido por la tinta blanca y por que los latidos son o muy rápidos o muy fuertes, jamás fui poeta ni pretendo tener titulo de nada toda competencia me parece saliva de perro una precipitada perdida de todo lo que soy, hacia el rápido y limpio extravió de mis ojos, ahora me molesta dejar para luego los sueños ¿los sueños? una vez comprendí que los sueños, sueños son, y estamos hechos de la misma sustancia, Shakespeare y la puta que te parió.

La esencia de los hijos que se fueron...

Un gorro de lana me miro, pancartas azules estudian lo gracioso de tus ojos, o esperan que se olviden del sarro en las cuerdas del alcohol, no es una ciencia que mi corazón controle, es mas, me importa tan poco la esencia de los hijos que se fueron que yo creo que la ansiedad no vale la pena, las lagrimas, ni sus noches, es solo el tópico de una bandera escuálida que nació para ser artista,o al menos eso cree.

El cuerpo mas marginal y el mas sonriente.

Gigante es el abismo que circunda la desgastada pose inmaterial, de un estero en llamas. La espuma en las rejas del amor mal cuidado, solo sirve para aquel que quiere morir de blanco en la Avenida Brasil sin ningún sentido, el punto es que no importa, el aire como un murmullo se cuela por la calle llena de miedo, ego y una plaga insaciable llamada hombre, bajo la mesa, el contrabajo come senos, lleno de rulos y saliva mascada para beber en la micro adecuada, el cuerpo mas marginal y el mas sonriente.