lunes, 27 de diciembre de 2010

No me veo las manos...

A veces, debo admitirlo, me pierdo no me veo las manos, tengo terror de mirar más allá de mis ojos, y encontrarme con nada. Despertarme con las mismas trompas y agujeros lejos de la ciudad, de mi manantial , de tu muerte en el tiempo, de irreversibles milagros y cuentos, otro discar pueda pronunciar historias correctas, llenas de grandilocuencia y subliminalidad del alma, gran conocimiento y manejo de verdades, ahora paloma negra olfatera, posa sobra mi dolor inexistente y mi molestia prominente para que el parlante del sonido interno del cajón guarde tranquilo hasta la próxima estación, dos maricones, la mirada lejos y ese, ese, ese gran y sincero dolor. Me lo pido por favor.

Manivela y rastrillo...

Te veo llena de elasticidad facial, es decir felicidad exagonal, puede que sea por correr y no encontrar la cadena, o a lo mejor son circunstancias vendidas por la marea, llena de impuestos y diarrea, en fin, si la necesidad de apagar el incendio con el farol, es casi tan favorable como la sirena en el aire, puedo decir que nada es tan mesurable como olerte, y sentir que el pozo favorito es el fondo de tu cuello, y que tus manos me velan, soplando por el norte-sur, manivela y rastrillo dos amores matamos de un tiro.

jueves, 16 de diciembre de 2010

360 grados escala de Richter...

Mas tarde vendrán, llévatelo, por suprareal , extraño, obvio u/o bizarro, cuerdas entre sogas, cambiar el arte cuesta más que malabarear con pistolas, a veces los hipopótamos son ligeros, otras veces ligeros son, toda cambia tan rápido, ayer 15 mil personas, hoy sus pulmones colapsan, blanco, como un paredón de alcachofas. Una biblia electrónica, en donde se agendan toda las posiciones del sol, 360 grados escala de Richter, cuarta dimensión, no se ve, oscuro, cuando niño, me gustaba disfrazarme de mujer, ahora se muere, obvio, extraño y bizarro. Se difumina el paisaje con mi palabra favorita, yo duermo intranquilo, pero duermo asi no me acuerdo, de que muero, no se trata de mi,caballero lo admiro como toca su guitarra, yo me servia igual que usted, alcohol, cicatriza, derrepente se empolva, mira ese llamito que viene bajando, que viene bajando por ese cerrito, Valeria, mi viejo lo invento, ahora no esta, hombre, aquí serio, inamovible , destreza para odiar y si quiero lo siento si quiero no pienso, si muerdo lo pierdo y si estreso no espero, risa, risa, risa, el sarcasmo no un onomatopeya, mi sarro es sarcadismo proletario revolucionario, con semen en las manos, acción, no estoy listo, acción, no estoy listo, vuelan con alas de escroto, aquí miro lentamente con sangre, al compás del tiempo, con un tic que me vuelve loco, insisto no puedo estar mucho tiempo despierto, me desespera, me exaspera, de todas maneras .

jueves, 9 de diciembre de 2010

Rompecabezas de té...

A veces callo, a veces hablo demasiado, a veces me toco por que solo yo me amo realmente, para jugar en el margen de la realidad y oír las tronazones de mi chasconeada mente, volveré disfrazado de mi, para mi, solo para hacerme feliz, si tan poco lucrativo es amar a los demás, y solo durante pequeños segundos casi pierdo la razón y lloro, por que de ese paseo nadie me bajara, como un cronograma fallido lleno de puntos blancos y partituras rotas de notas imposibles, el martillo cae sobre la loza, para despedazar mi rostro y las piezas sobre un sobre lleno de rompecabezas de té, pase la ultimas 4 horas, olvidando por que cada cierto tiempo me olvido, hasta de mi, y lo peor es que ni siquiera lo deseo, es mas fuerte que yo a veces y a veces, solo quiero reír, reir de verdad.

martes, 7 de diciembre de 2010

Mantarrayas y viudas verdes...

Es muy probable que los sueños nos posean y ese gran trapecio que se avecina, a los ojos de vidrio azul, en donde el pelo tome contenedores con árboles inclinados, en el caeremos, y sobre el brinco majestuosamente, para deportar los amargos y salivosos espermios del cuerpo minotaurico, hacia el semi-suelo, gigantes obeliscos oblicuos en dirección al centro de ningún cielo ni siquiera sobre la tierra y esfinges sin meridianos, para poder correr libre por el helio sin la premura de una simbiosis de mantarrayas y viudas verdes, si todo esto complaciese a los motores del casco virtuoso del próximo pendón lleno de calendarios sin habitar , vivir no seria una preocupación.

Desentendido de las épocas....

No me duelen los tiempos, es escaso el amor que se reparte por las otras paredes, cambio, mujeres que amamantan el espíritu para no olvidar el sentido que nos han entregado, así desentendido de las épocas, por querer aterrorizar y roer cada calambre como todos y cada uno de los mortales, me despojo de todo los placeres para alcanzar la inmortalidad, pero tengo tanto miedo de volver y tan solo encontrarme, vacío y sin amor.