De tin marin de do pin gue...

Mastique un perverso lugar de tus ojos, las horas caen, el día vuelca la noche, van marchando complicados, aturdidos, el odio les saltaba de las manos, oxidado el cielo, peñascos caían de tu pelo, ondulada la palmera del cuarto en aquel monumento que ni idea por que esta ahí, una niña te pide fuego, se te enciende el corazón, pero te quedas tranquilo mientras una bomba te roza el cuello, el viento grita “hijo de puta” el aire baila en una peña turquesa, y por un instante matar es la respuesta, pero la gente en este lado del planeta cree que se hace algo, al otro lado del planeta todos mueren para que las cosas ocurran. De tin marin de do pin gue.

la mentira más grande del corazón...

¿Por que hacer un paso agradable esta vida?, ¿para que luchar por el mañana si el hoy es tan efímero como el ayer?, si los días me abandonan, si el amor se me escapa, Si todo lo que soñé es eso; un sueño, si todo es irreal, ¿si todo es una ilusión para que luchar por el mañana?. El amor es la mentira más grande del corazón.

Como una cintura de cascabel...

Cuando veo la palabra desde un parido placer, me escucho lento como aquellas vez, miserable como ayer, implacable, arrebatado y voraz como una cintura de cascabel, odiosa es la franja de la espera, más no me abstengo a morder tus mariposas, que recuerdo que vuelan, como un torniquete facial, de antropología ancestral, que dice; la cosas llegan a su debido tiempo, las promesas con uno mismo se cumplen, ¿y los besos? los besos siempre están.