sábado, 29 de enero de 2011

Dos escorpiones fornicaron la basura

En la batalla del eclipse de las dunas, dos escorpiones fornicaron la basura, como un niño evangélico, autócrata, déspota y feliz. Hace años atrás, atrás de los años no comprendía que era mirar por dentro de lo imperecedero, pero ayer más hoy que tú, cerca de la costa con dislexia, vuelvo a soltar en lo oculto, la tranquilidad de menearme en mi ciudad y que con los años cuando estos, sean los de atrás, espero vivir sin pensar en nada más.

Calcinado en un bello día...

Calcinado en un bello día, la opera recita una oda sobre la fe obtusa de parapentes alados, poblando aquella plaza, alucinado con cortinas de baño y escaparates suicidas, mi cara es un tajo abierto desmenuzada por el sueño exteriofobico, vaginas de carroña y ungüento germinal, así como muerto terminal, solo queda esperar.

En un zaguán volador...

Misticismo animal, que fragua en un zaguán volador, repartiendo luces y flores incandescentes. Sin sol canturreamos amores hipotéticos, al lúgubre digito del puente, sobre un casino postrado de sed, entre pasarelas y miradas de reproche, ¿Qué se esconde? Si no se detiene a pulsar lo que escucha, ¿a que sabe? a vivir a dos centímetros lejos del centro de ti mismo, lo importante es olvidarlo todo y si nos tapan las manos, ¿Cómo dejarte perdida por ahí delante?

lunes, 10 de enero de 2011

Pensamientos negros como alacranes calcinados...

Paran, todos paran, en mi color favorito, ese que se posa en la corriente y marea al que no entiende, sin percibirlo se mueven a lo lejos, ¿me sonríen? no lo creo, pero aun así planeo por el living de mi mente, que cojea de izquierda a derecha, pero lo entiendo, vuelan los pensamientos negros como alacranes calcinados, suelo mirar al fondo como un caracol que pobla los confines de ruedas chi-chirriantes, auspiciadas por el olvido. Lo que no recuerdo y lo que no quiero, viene hacia ti como una diminuta sustancia sin aroma, ni fragancia. La línea verde al final del día te robara una sonrisa, y la verdad como siempre te liberara.

Viaje desnudo...

Hace algún tiempo viajé, pero viajé desnudo, sin creer, volver, ni seguir, era él alejándose de mi, mi propia secuela de olas parasítales, trayendo ventiladores y enfermedades hormonales, por la costa las traía. Medio ojo abierto, el otro medio pa` dentro, no se ve ni la mitad del cerro, de vuelta al centro, hacia donde años atrás no era poco, palabras invertidas con el tempo y versos nublados como el día, quizás no el de hoy, pero me gusta pensar, sentir, desear que; inmortalidad, es solo creer y hay que buscarla dice él también.