miércoles, 24 de noviembre de 2010

La alegria en toneladas de pan...

hoy el desarraigo y la sutil gentileza de las corazas de lunares oscilatorios; esquiva reales dolores, para consumir los limites mismos y enaltecer el alma de lo que ya no esta, en la céntrica de mis dedos con alegría y amor decidí mostrar como un Galileo cimas de grúas pendencieras, la alegría en toneladas de pan.

Para los carentes de subjetividad...

al lado de otras sentencias, debo calmar y opinar el paso de dos medidas ajustables para los carentes de subjetividad, tu hijo no es nadie, concretismo crónico, empujo mi mente y la tuya al libertinaje, dicen por ahí que no existe, pero tranquilidad, el timón de la esquina podría desaparecer y lo hará.

Desterrarlos al silencio...

mágicamente las palabras hoy son desesperación, de la glándula inconstante del día, se podría quebrajar como los batallones del mar, así mi vida cual recogimiento estelar, saluda a los invisibles, en la dificultad de sostener el beso y ser un concepto concreto para los posicionados amantes de su cuerpo, burdos descubridores de armonías y parafraseos incansables ,me calma el saber que, la primavera terminara y un héroe sórdido vendrá, para desterrarlos al silencio, pero más me calma saber , que ese héroe soy yo.

Fachada de una casa de agua...

mientras todos miran por las ventanas puertas, yo veo que la fijación con mi cerebro es solo una pequeña inclinación del universo, en donde el despegarme de ello es tan lejano como aquellos que suben uno a uno las cuatro ruedas del volantín morado y la escarchada fachada de una casa de agua, destempla mis pensamientos como anteojos sin aumento y no me deja ver la diminuta partícula llamada, libertad.

La inclinada superficie teatral...

en el viento decapitado donde conocimos la cordura, nos remecen historias que no contamos, pequeños bichos amarillos como los dedos que trotan en el vendaval de personas sin yugular angular, si es que conocen la misión de los tornillos descubrirán en los globos del escenario; si el verde de mis ojos se funde con el papel mojado por tu saliva blanca, que es lo profundo de la inclinada superficie teatral.

martes, 23 de noviembre de 2010

Féretros de aire...

La vida como un pozo enorme de pasos, en donde lo que bordea a nuestros misterios son tan solo, catacumbas y féretros de aire, ni siquiera allí pasa el dolor a un plano tridimensional; solo esperas, al héroe de tus púas, pero el final es inminente como un poema, lleno de gritos de auxilio, y saltimbanquis afeminados, ideologizados, sedientos de sentido, miedosos de no escuchar, no responder y no venerar, como polvareda de papeles bebidos por almas perdidas , sumisión de quienes conocen la tapa del submarino intelectual, para con fascismo e esclavitud, reinar sobre las mentes ávidas, yo digo si es necesario prender fuego a las nubes, para que llueva petróleo sobre los maricones que nos desnudan pregonando horror, puesto que de ninguna manera, intentémoslo como lo intentemos seremos salvados, si es que esa es una palabra, y la verdad es que no importa, eso es todo, una gran verdad, sin sufrimientos, sin angustias y sin entregar tu alma a aquellos que intentan rescatarte para traerte de vuelta, de donde nunca nadie, ni tú; corriendo o sonriendo, llorando, volando o soñando, ni siquiera viviendo, tú, ni nadie nunca, volverá.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Eres como los ojos en la oscuridad...

Eres como los ojos en la oscuridad, que visitan anecrofilados las pausas en lo bajo, donde el hurgueteo de mis genitales, corren raudos para revolotear sirenas de vivos sin carne, así la majestuosa palabra, vuelve apostrofica , acuchillando pendones de antiguas mansiones mentales, si es necesario al río fraguar, tenazmente corto tus oídos, para agudizar la rotación del universo, eres como los ojos en la oscuridad, que nacen de un abrir dérmico expansivo e irrecordable, no aplaudan mi soñar que el despertar seria un fatídico final. Eres como los ojos en la oscuridad.

Libre de mi pero conmigo.

Los pensamientos funestos no me harán caer, el tiempo decidirá lo que mi mente no esta dispuesta a tranzar, pero mis deseos, mi corazón y sentir, me harán inmortal ante la caída estrepitosa sin eco en las mazmorras y el abismo. Donde nada es nada, todo es nada y nada es siempre una nimiedad, me suelto en el aire para aquellos que van debajo, y soy libre, libre de mi, pero conmigo, dejo la poesía sin soltarla, puesto que al final, me dejara seco, tal cual poema que siempre ha de concluir.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Sol...

Antes de guardar mis pasos sobre las cortinas, que linda que estas dice la vecina, que no es porfiada, ni mucho menos lesbiana, es que le tiene miedo a enamorarse de las paredes pintadas, de soles de distintos olores y estaciones perfumadas con bellos retazos de caleidoscopios colores, de tu mueca llena de caras, para tus labios estrechos de sonrisa, los que solo quieren ver las sombras de tu acorazado corazón, no saben lo lento y poco dulce que puede resultar, el no querer ver el sol.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Una pequeña eternidad...

Ahora me remito a traficar oxigeno, soplar placebos y masticar el cuero de un final, sin el había una vez. Edificando palabras de ajenjo, para talarlas y escribir con ellas precipitado a la blasfemia, rajas la protuberante deformidad de los rascacielos, para buscar afinidad en los ciegos de narices, nadie te mostrara el amor, pueden vender mil cuadrados y billones de rectángulos, pero la materia solo brota fértil de un cardumen de acequias tristes, libres, pero tristes. Aun así nadie te mostrara el amor, polillas en mis oídos, zumban noches arrastradas por el antagonista del vientre, sellado oníricamente para no vivir en lo abstracto, pues compro no y te regalo el pedazo de mármol. Pero aun así nadie te mostrara el amor, los deseos en estos casos no son del carbón otoñal, si no de la vergüenza primaveral. Mi vida son las palabras y eso no me lo quita ni el más grande asesino. ¿Quien te mostrara el amor? el silencio, puede ser pero ¿cual es la línea que sigue? A si, el resto, el resto es silencio,tan solo una pequeña eternidad.