domingo, 1 de mayo de 2011

Shakespeare y la puta que te parió...

Desde un nido de cansancio vuelvo sin saber que decir abolido por la tinta blanca y por que los latidos son o muy rápidos o muy fuertes, jamás fui poeta ni pretendo tener titulo de nada toda competencia me parece saliva de perro una precipitada perdida de todo lo que soy, hacia el rápido y limpio extravió de mis ojos, ahora me molesta dejar para luego los sueños ¿los sueños? una vez comprendí que los sueños, sueños son, y estamos hechos de la misma sustancia, Shakespeare y la puta que te parió.

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