martes, 20 de septiembre de 2011

solo el boleto que cambio de mano...

Hoy envuelvo en viento la calida sombra de los desposeídos, y el amaranto de una formidable pendiente circular que será el hoy de un mañana sin vida, el paraíso invita a cambiar de pantalones siempre que, el martirio no sea un pensamiento en vano, todo lo opuesto a lo contrario un remordimiento astral, desde el otro lado de la cerca de jabón, terrones de azúcar galvanizados por el desprecio de los mutilados por la creación, ríen de tanta lluvia en las orejas de flamencos equitadores y monjes rastrillo de polea. Las deidades del circo rayan las preguntas y tallan tu nombre en los pezones de un mandril, para oxidarte en el viaje, para que ni siquiera recuerdes la hora de partida, solo el boleto que cambio de mano.

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