jueves, 3 de febrero de 2011

Ventanal de una casa almidonada...

Me molesta tanto haber perdido el brillo de los pisos del valle, hallé mucha gente rodeando el nido, sin ojos, cuello, sin destino,¿Cómo es que este delirio no me deja?
Hace años que caí en esa bandeja, suelen desaparecer aunque los nombre y si no estuviera por ahí así, lo digo sin reproches, ni caprichos, la vida y su puto acertijo es tan puramente descifrable, como los postes en islas de arena cortada y sombras de ventanal en una casa almidonada.

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