martes, 25 de septiembre de 2012

paloma negra en charco de agua bendita

los palacios en la montañas, las regiones inhabitadas, los museos desolados, los lagos secos y las mañana atestadas de amor, son solo olas de un mar en llanto de un oleaje perturbado por los eclipses de manos mancas, como quisiera no tener minutos, no contarte mis segundos, pero la vida se devuelve y vamos todos de frente, como ojos de paloma negra en charco de agua bendita, bendito sea el momento en que la paz nos sosiegue y la muerte nos despoje del frió primaveral, en donde las hojas caen porque las estaciones nos abandonan, el mar nos escupe nubes de cristal, y las mujeres nos entregan su sexo nos lo quitan, vuelven y se van.

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