El debut de unas líneas histriónicas pero a medias, la vida a medias, unos ojos que se pierden con el universo, unas manos que se convierten en caminos pentagonales y unos textos aventurados en la selva de la imaginación, un ejercicio lirico por la costa del nerviosismo crónico, que solo se apacigua con clonazepan, algo suave a la hora del té. Espero que patitas con sangre gane el Derby.
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