domingo, 17 de junio de 2012

hay una rubia mirándote los pantalones

Se me menea el techo como la palma del planeta, líneas de un guante en forma de mapa trazan la historia de tu vagina que se convirtió en cordillera por allá lejos de la costanera. ¿Donde bailan las gotas ahora que sólo se oye la gotera en la olla del pasillo de mi casa? en el charco de mis fantasías mi querida obtusa y delicada fémina. Soy medio asexuado, medio aweonao, estrafalario y uso poco el diccionario. Pero una mirada perversa del ojo medio borracho, medio ebrio, entero moto, me dijo una vez bailemos, hay una rubia mirándote los pantalones, y un colorín no supo cantar cuando se lanzo desnudo al mar mientras llovía agua mineral de las napas de tus ojos. Llueve vino de sorpresa, en la mesa de boca, es decir de hocico me fui a ver tus pies he imaginar tu dedo chico, alucinaciones de otra bandera, déjame dormir un rato abrazado a tus colores y olvídate de lo perverso y poco frágil que es la vida, tomate un mate antes de morir, y déjame caer suave en tu seno y besarte en un sueño, como un remolino loco de tanto pensar en los amaneceres. Eres como un sol que se esconde bajo de mi cama, tómame mientras haya tiempo en esta vida , pero sólo bajo mi cama.

No hay comentarios:

Publicar un comentario